viernes, 20 de octubre de 2006

Nuestro diseño gráfico de todos los días


Hay quien, en la puerta de la nevera, colecciona imanes, dibujos, listas de la compra, radiografías... y los hay, como en mi casa, que coleccionamos etiquetas de la fruta.

Esta tarde hemos decidido que la puerta de la nevera necesita una limpieza y las hemos ido rescatando una a una, aunque algunas se han quedado por el camino.

Guardar etiquetas de la fruta en la puerta de la nevera tiene tres fines, en nuestra opinión: el primero, poder recordar la marca de esas manzanas tan buenas que compraste en no sabes dónde, segundo decorar con sus coloridos la blanca puerta y tercero preguntarnos: ¿cómo habrán diseñado esta o aquella etiqueta para la fruta?

Como podéis ver, en la muestra que tenía en mi nevera las hay muy horteras, muy simples, muy nacionales, muy internacionales, con dibujos o sólo tipografía, con mucho colorido o en una sola tinta, grandes, pequeñas, minúsculas... ¡y seguramente en el mundo las habrá de mil maneras más!

Porque... ¿en qué piensa un diseñador cuando crea una etiquetita para un kiwi?, ¿qué es lo más importante a destacar y que pueda caber en un centímetro aprox.?, ¿cómo podemos distinguir la etiqueta de un kiwi de la de una naranja?... imaginemos que un cliente nos pide que en sus mini etiquetas, además de verse claro que la fruta es suya, distingamos las diferentes clases de frutas que vende, con una etiqueta para las peras, otra para las manzanas... ¿son los formatos actuales los únicos que se pueden utilizar?, ¿y los colores y los materiales?...

En mi opinión, un producto natural como la fruta, con connotaciones tan saludables, ecológicas, sabrosas y vitanímicas, merece un envasado y etiquetado a su altura, que ahora no suele tener.

Y creo que en este campo se pueden hacer cosas nuevas, curiosas, más ecológicas y sobre todo divertidas.

¿Y en vuestra opinión? ¿Cuál sería la etiqueta y el envase perfectos para vuestra fruta favorita?


MC.

4 comentarios:

Platónika dijo...

Curiosa colección, la de vuestra nevera! ;-D

Pues yo me conformaría con que la fruta volviera a saber realmente a fruta.
:-P

En cuanto a su presentación, personalmente no me gusta nada que nos vendan la fruta y la verdura envasadas en bandejas de plástico, por ejemplo. Si el producto es "natural", el envase, en mi opinión, debería ser también natural, tanto en su composición (nada de plásticos ni materiales no-reciclables) como en su aspecto.

R y Mc dijo...

Yo creo que estaría bien cestitas de cartón reciclable que sirviesen de "pack" para la fruta. Siempre pueden ir impresas con una imagen más o menos agradable y menos hortera... Y además no serían necesarias tantas etiquetas, que además de ser más caras de producir, dejan ese fantástico adhesivo sobre la piel que después te gusta comer. No en el caso de una naranja, pero sí en el de una manzana!

Sobre la calidad de la fruta... Uf. Eso es otra historia.

R.

R y Mc dijo...

Yo coincido con vosotros en que el envase debería ser como mínimo de cartón reciclado...unas cestitas cucas que dejen respirar a la fruta y menos plástico...tenemos demasiado plástico en nuestra compra diaria...
La calidad de la fruta sí que es otro tema ... ya sabéis que por suerte para mí tengo en mi família un adicto a la agricultura y puedo comer tomates con sabor a tomate X-D pero realmente hay frutas que se cogen demasiado verdes y no tienen sabor a nada :-(

MC.

Klemens dijo...

Hola 2BLCK, yo también colecciono etiquetas de frutas y hortalizas. Las voy clasificando en hojas separadas. En poco espacio resulta muy interesante "dis-frutar" de tal variedad de diseños, colores, nombres de marcas divertidísimos... vaya que me encanta esta colección. Apenas tengo que comprar fruta o verdura porque las que mis árboles y huerto producen son muy superiores a las del comercio en general: higos, albaricoques, ciruelas claudias, melones, sandías, cebollas, almendras, peras, tomates, pepinos, todo riquísimo, sin envases ni etiquetas. Suelo comprar cuando lo necesito en mercados tradicionales, donde la fruta es buena, barata, producida en los alrededores y sin plásticos de embalaje. Alguna etiquetilla siempre encuentro por ahí pegada o en casa de los amigos.