lunes, 4 de agosto de 2008

Loki


Llevamos unos meses jugando a Loki, videojuego desarrollado por la compañía francesa Cyanide. Obviamente, lo primero que llamó nuestra atención es que se trataba de un juego que seguía la estela de Diablo. Así, que tras la semi-decepción que supuso el comprobar que Blizzard estaba desarrollando StarCraft 2 y no Diablo 3, pensamos que estaría bien cubrir el hueco de Diablo hasta que Blizzard se decidiese a seguir la saga (una realidad a día de hoy, afortunadamente).

Muchos (muchísimos) juegos han intentado alzarse con el puesto número 1 de este género, reconocido como Hack'n'Slash y ocupado por Diablo II de forma incuestionable, al menos en PC (extrapolable a otros juegos del mismo estilo para otras plataformas, como Champions of Norrath). Sin embargo, muy pocos traspasan la frontera de tan poderoso referente. La mayoría de juegos no aportan absolutamente nada, y se dedican a repetir fórmulas a todos los niveles.

Loki ha resultado ser una de las alternativas más destacables que he visto, en muchos aspectos. Sin embargo, toda su fuerza e innovación ha ido en la dirección incorrecta. Por una parte, ofrece opciones dantescas en el desarrollo de tu personaje. Al iniciar el juego, podremos jugar como uno de los guerreros pertenecientes a 4 culturas distintas: bárbaro nórdico, guerrera griega, hechicero egipcio y chamán azteca. Cada uno de ellos puede adorar a 3 dioses distintos, configurando un árbol triple de habilidades únicas (es decir, idéntico a Diablo 2).

Sin embargo, los puntos que podemos distribuir entre nuestros dioses no dependen directamente de nuestros avances en el nivel de experiencia global. Una porción de nuestra experiencia puede destinarse a un único dios, a varios, o a ninguno, con lo que podemos llegar a ser un guerrero sin habilidades mágicas destacables, pero con estadísticas personales más elevadas, por ejemplo. De esta manera, los perfiles que podemos conseguir de un mismo tipo de personaje pueden ser casi ilimitados.

Por otra parte, las armas y objetos que vendemos pueden descomponerse en sus piezas originales, acumulando materiales base (hierro, madera...) que podemos recombinar para crear armas nuevas o reforjar algunas ya existentes.

Desgraciadamente, el planteamiento de Cyanide debió ser: hagamos de Loki un juego más grande que Diablo 2 en todos los aspectos y conseguiremos un juego mejor. Correcto, en teoría. Desde luego, sus gráficos 3D con texturas en alta resolución son superiores a los gráficos 2D a 800x600 de Diablo 2, pero carecen del cuidado por el detalle del juego de Blizzard. Aunque algunos efectos, como la hierba moviéndose (centenares de briznas a tiempo real) o reflejos de luz sobre fluidos son excelentes y en ocasiones generan situaciones sobrecogedoras, los escenarios son terriblemente repetitivos y monótonos. De vez en cuando, se nos sorprende con algún templo o algún pasaje interesante, pero desde luego, como Azteca prepárate para ver mucha selva, y como Guerrero Nórdico, mucha nieve.

Cyanide ha caído en el error de crear un juego ULTRA-largo para evitar que los jugadores puedan acabarlo en unas horas, pero siempre a costa de repetir y repetir escenarios y de soltarnos centenares y centenares de enemigos (siempre los mismos) que aburren, aburren y aburren. Si éste ya era un 'problema' para los detractores de Diablo, digamos que en Loki se ha llevado hasta un extremo insoportable.

Para más inri, la única manera de finalizar el juego al completo es acabar los 4 mundos propuestos con tu personaje inicial, tratando con dioses de las distintas mitologías. Una tarea poco menos que imposible cuando antes de acabar el escenario inicial ya hemos perdido el interés por el desarrollo del juego.

Sin duda, el punto fuerte de Loki es ver representadas a las distintas deidades de forma espectacular. El diseño de los enemigos es bastante impresionante, aunque algunos están francamente mal animados, como el gigantesco lobo Fenrir, que rota sobre sí mismo cuando quiere cambiar de dirección. Bastante lamentable.

Los temas musicales acompañan correctamente a la acción, con distintas melodías apropiadas para cada uno de los 4 mundos: ritmos tribales, toques orientales, poderosas marchas de batalla... Aunque no se hacen notar demasiado entre tanto efecto de sonido, tienen una calidad a la altura de las circunstancias.

En términos de jugabilidad, lo cierto es que nuestro personaje responde pesadamente a nuestras acciones, los niveles de zoom están bien, pero al final acabamos recurriendo a la vista más útil (la más elevada) y algunos impresionantes errores en el desarrollo minan la experiencia de forma preocupante. Ejemplo: cada vez que cambiamos de sub-escenario, nuestros aliados invocados desaparecen, obligándonos a invocarlos de nuevo cada vez que atravesamos un portal :-O Ridículo.

Desde luego, con Diablo 3 a la vista, Loki todavía pierde más aliciente y se convierte en un quiero y no puedo que sin embargo podrá divertir a los seguidores de este género que busquen una propuesta distinta a toda costa. Probadlo antes de comprar el juego. Si sois amantes de la mitología, probablemente os compense el enorme esfuerzo que supone avanzar por los distintos mundos. En caso contrario, probad en otra parte. Buena factura, buen punto de partida, buena alternativa por diferenciación, pero con un desarrollo irregular y bastante aburrido.

Más información: Website oficial de Loki.

R.

1 comentario:

R y Mc dijo...

Estoy desesperada...¿Alguien sabe como .... se captura a Fenrir?

X-O

MC.