lunes, 25 de abril de 2011

En el tren no, por favor — Parte 4

(Continuación de este post)

Comportamiento Nº4
La máquina de taladrar

Cuando ya están cómodos en el asiento, algunos pasajeros optan por tener un trayecto relajado cerrando los ojos e intentando conciliar un suave sueño. Este comportamiento ayuda a mantener un clima de tranquilidad que, a las ocho de la mañana, se agradece y que ayuda física y mentalmente a los que lo practican a despertar paulatinamente y de mejor humor.

Sin embargo, esta buena práctica, que suele tener el apoyo de la mayoría del vagón guardando un silencio exquisito, puede verse truncada vilmente por pasajeros con el complejo de 'máquina de taladrar', y que sienten la necesidad de contar toda su vida y milagros a la velocidad de la luz a aquel antiguo compañero que no ve desde hace tiempo y que se ha encontrado por casualidad aquella mañana en el tren. Las 'máquinas de taladrar' acostumbran a contagiar a sus interlocutores este complejo quienes, a su vez, comienzan a emitir palabras aún más rápido y en un tono de voz aún más alto que la propia máquina de taladrar original.

Este complejo afecta con frecuencia de manera obsesiva compulsiva a personas de la zona central y sur de América y del este de Europa quienes presentan, quizás por su alimentación matinal, una mayor energía en el músculo de la lengua de buena mañana. En el caso nacional sobretodo se presenta en los adolescentes y universitarios y en las mujeres de edades a partir de los sesenta años.

Esta energía vital, totalmente loable en general, puede considerarse como una falta de educación canalizada hacia el músculo de la lengua y en este contexto concreto ya que, en un lugar donde se atesora ese silencio reparador, romperlo sin piedad de esa manera, supone el odio incondicional del resto de viajeros hacia el sacrílego y puede desembocar en ataques verbales y físicos hacia las y los taladradores natos.

Por ello, se recomienda respetar cívicamente el momento sagrado del despertar humano y no es recomendable vitaminarse en exceso antes de salir de casa si no se quiere empezar con mal de ojo el día.

(Post continuación de la serie 'En el tren no, por favor'. Más información en El Corazón y la Cabeza)

R&MC.

1 comentario:

Jose dijo...

Ja, ja... muy bueno. No entiendo como la gente tiene esa actividad mental-lengual tan temprano. Me resulta fisiológicamente imposible encadenar más de un par de frases hasta que no son cerca de las nueve de la mañana.